24 de julio de 2011

Sobre fotografía

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Dándole vueltas al coco sobre la fotografía y los motivos que nos llevan a adentrarnos en ella mas profúndamente, me doy cuenta de que existen al menos un par de maneras distintas de entender y practicar la fotografía.

Entenderé que alguno de los lectores no compartan mis palabras o que por el contrario estén de acuerdo en alguno de los puntos que voy a exponer, pero ante todo quiero dejar claro que es una opinión muy personal y para nada a de tomarse mas en serio que lo que es.

La fotografía existía en mi vida antes de que yo me diese cuenta de que así era. Yo, como la mayoría de la población primer mundista que tenia acceso a cámaras fotográficas y a soporte fotosensible siempre la hemos usado de una u otra forma desde temprana edad.

Pero no fue hasta la adolescencia que por casualidades de la vida cayó en mis manos una cámara completamente manual, una miranda de color negro que alguien se dejo en el taxi de mi padre y nunca reclamo. Esta llevaba un zoom 35-70 con una apertura típica y lenta, vamos un objetivo del montón y un cuerpo del montón, que si no me lo hubiesen robado en tenerife, seguramente seguiría en mi poder y en total funcionalidad.

De repente me vi envuelto en un mar de dudas, nunca me había propuesto hacer fotos de manera manual, de hecho ni me había dado cuenta de que existían cámaras de este tipo, estaba acostumbrado a las compactas sencillitas Point and shot y a correr...

Quería hacer una foto, pero resultaba que para que la foto saliese mínimamente parecida a la que hacia con la compacta, necesitaba entender. Entender como funcionaba la luz, y como conseguir que se quedase para siempre en los negativos, negativos dicho sea de paso, los cuales habían sido un misterio para mi hasta entonces.

Me propuse aprender, pero no aprender a usar la cámara, me propuse aprender el porque de la cámara. A partir de ese momento cada fotograma era una pequeña experiencia religiosa, había que inventarse la fotografía y después ejecutarla con los medios elegidos. Salir a la calle a encontrarse con el "momento" y fundirse con El Ahora y el momento presente para poder llevárselo a casa ya creado.

Todo fue idílico hasta que por razones laborales y de vida me vi apartado en gran medida de la fotografía y tuve un parón de unos años.


Mantuve a la fotografía apartada de mi durante unos años. Mientras tanto los formatos fueron cambiando, se paso de un formato físico y tangible a otro que es totalmente intangible. El formato que usan la inmensa mayoría de las cámaras hoy día, el digital. Este formato necesita de tecnología electrónica para poder ser visualizado e impreso. Si el soporte se queda sin energía o se avería, el contenido no existe.

Al cabo de unos años de inactividad pensé en volver, iluso de mi compre diréctamente una cámara digital para poder adaptar mis antiguos objetivos  a este nuevo y "económico" formato y me volvió a entrar el gusanillo de poder captar lo que mi cerebro veía e interpretarlo a mi manera. Cuando al año se confirmo que la fotografía había vuelto para quedarse, llego el momento de dar el salto a una cámara de cierta calidad y que me permitiese hacer todo tipo de fotografía, pues la cámara que me compre primero, resulta que al calentarse el sensor CCD manchaba las esquinas de la foto de color magenta... eso con la película no pasaba claramente.

Compre una D300s y después de algún tiempo haciendo fotos con este nuevo sistema, empeze a sentir que faltaba algo, ¿pero que podría faltar si tenia lo ultimo en tecnología y suficientes conocimientos fotográficos y de software de tratamiento de imágenes? La respuesta era sencilla, y aquí es donde uno se da cuenta de el porque de salir a plasmar fotos.

Y perdonad que os diga, pero... Uno no se siente de la misma forma cuando sale a la calle y esta obligado a obtener una imagen final sobre un soporte que no puede modificarse, que cuando lo hace sobre un soporte que permite después de haber tomado una foto, variar todas los parámetros de esta sin apenas perdida de calidad. Claramente no estoy hablando de resultado final, hablo de sensaciones, que es lo que me atrae del acto de fotografiar.


Cuando cojo la cámara todo se pone a funcionar en el momento, en el instante en el que tengo que fotografiar lo que previamente he visualizado. Elección de la película a usar, planear el encuadre exacto, medir la luz perféctamente para el resultado final que deseo, que el enfoque este en su sitio, profundidad de campo, que no este caída, nitidez, y esperar el momento justo para apretar el botón que hará disparar el obturador de la cámara. Todo este proceso se aplica a cada fotografía y es por definición un estado transcendental, uno pequeño, pero uno al fin y al cabo. El nivel de concentración es tan elevado que tu mente se queda en silencio, no hay nada mas que un estado de bienestar interior.


Cuando uso la cámara digital las maneras son otras. Tengo suficientes pixels en el archivo como para poder seleccionar 2/3 partes de el y perder poca calidad, con lo que el encuadre se hace en casa, tengo suficiente margen de pasos de luz por arriba y por abajo que la medición correcta de la luz no la hago para la toma final, la hago para no quemar blancos, pero como cada toma que hago veo si he quemado o no pues no me molesto ni en medir, disparo hasta que el histograma esta donde quiero que este. Nitidez, este punto es interesante porque hoy en día cuesta diferenciar un archivo creado con un objetivo de gama media a uno de gama alta en cuanto a nitidez, depende mas de que algoritmos uses con los filtros de enfoque que del objetivo en si. Temperatura del color, saturación, contraste, brillo o tono del color, son algunos de los parámetros que se ponen después de haber creado el archivo y cuando se esta usando el programa de "revelado". Y la parte que me llama mucho la atención, la cantidad de tomas que puedes hacer. Si salgo con la cámara de formato 6x6 puedo hacer en 3 horas 12 fotos, en ocasiones me cuesta acabar el rollo. Si salgo con la digital puedo terminar en la tarjeta con una media de 100 Fotos/Hora la mayoría de las cuales son inservibles. Todo esto que os comento, sirve solo para una cosa... que cuando salgas a fotografiar no lo hagas con la concentración máxima en la toma y la intención puesta en ella.

Ya se que la gente que solo ha fotografiado con sistemas digitales, estará diciendo: "Hombre, yo cuando salgo a hacer fotos estoy totalmente concentrado en la foto" pero yo te aseguro que no es así. ¿Has usado película alguna vez con una cámara manual? Pues prueba y veras lo que es concentración. La parte buena de esto que es tus fotos mejoraran en un 100 % usando película y te lo pasaras mejor. La parte mala, pues que tienes que aprender fotografía, no diseño gráfico como sucede desde que se impusieron estos sistemas digitales.


No hay nada mas estimulante que observar lo que te rodea a través de un cristal esmerilado de 6x6 en formato medio o 10x12 en gran formato. Es una ventana a otro lugar, una dimensión en la que todo esta al revés y tienes que observar a través de las formas, contrastes y sensaciones. La inmersión en esta dimensión es tanta que cuando aprietes el disparador sabrás a ciencia cierta que es el momento adecuado para hacerlo. No malgastaras momentos. Si no sientes la foto, no oprimirás el botón y seguirás con otra cosa, habrás hecho mentalmente 10 fotos de ese motivo que ya no te interesa y lo habrás descartado claramente. En este caso tu cerebro es la tarjeta de memoria y el automáticamente ha decidido que no sirven, almacenando los parámetros para otras tomas en las que tendrá que tomar el mismo tipo de decisiones y aprendiendo de ello para evolucionar visualmente. Así es como funciona la fotografía sobre película y con formatos del 6x4,5 cm para arriba.


Resumiendo, la fotografía en formato digital puede ser útil para trabajar, por su versatilidad y rapidez de resultados así como la facilidad para obtener buenos resultados, pero la fotografía química es para disfrutar con los 5 sentidos, es mas compleja y primitiva y la foto sale del interior para fijarse sobre el plástico de la película o la emulsión de sal de plata del papel.


Eloy Gómez

9 comentarios:

  1. Yo estoy totalmente de acuerdo contigo. Intento disparar en película y con parámetros manuales todo lo que puedo, pero tengo que reconocer que a veces caigo en la tentación de la velocidad, facilidad y comodidad del digital, pero esto es siempre mucho menos satisfactorio y divertido.

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  2. Mariano Aguado Darrosa24 de julio de 2011, 22:38

    Felicidades por tu oda a la fotografía de siempre, a la FOTOGRAFÍA con mayúsculas...

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  3. Buena reflexión Eloy, en definitiva siempre se trata de "actitud" y como se plantea cada uno las cosas.

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  4. Sí. totalmente de acuerdo contigo. En especial el penúltimo párrafo.

    A mi me gusta mucho la fotografía analógica por esto mismo: porque tengo que pensármelo bien y estar "a lo que estoy". Antes de mirar por el objetivo, ya tengo que imaginarme cúal va a ser la imagen que quiero plasmar.

    Yo prefiero la analógica a la digital, pero también según las circunstancias. Para fotografía de acción o macro, indiscutiblemente prefiero la digital, porque es muy probable que entre trepidaciones, profundidades de campo asesinas y bichos que no saben estarse quietos, etc desperdiciase mucho carrete totalmente en vano.

    Aun así, sólo es una opinión.

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  5. Gracias Eloy. Comparto sensaciones.

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  6. ue estoy de acuerdo, comence a prender con una camara nikon n80 como a los 37 años, mucho antes usaba las kodak compactas que habian en guayaquil, ya que mi padre laboraba en la proveedora mas grande de pelicula kodak aqui en ecuador, cuando estudie en la universidad por primera vez a los 37 me encantaba la fotografia solo revelar el negativo y hacer las fotos en fisico formato pequeño, con el tiempo me consegui un scanner hp scanjet 4570c aceptable, pero despues de un tiempo de escanear las leiculas con el tiempo me di cuenta que la calidad de los laboratorios habia decaido, pero ya era tarde aqui en ecuador a partir del 2006 0 2007 comienzan a hacerse digitales,la calidad bajaba y yo tasmbien me decidi a conseguirme una digital compre una hace recien 3 años una nikon d100 usada pero perfecta condicion en ebay, para mi la fotografia analogica siempre sera magica, me encantaria aprender completamente los procesos de revelado tanto de color como blanco y negro, se que lo digital es para trabajo, pero prefiero hacer la lucha para que alguna foto mia este en una exhibicion que simplemente dedicarme a tomar fotos de modelos y eventos que no me llenan, como tu lo dices esto se hace con los sentidos no solo con las manos.

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  7. Supongo que todos los que de alguna manera seguimos este blog es porque estamos de acuerdo en muchos puntos de lo expuesto por Eloy, y además la mayoría somos aficionados lo cual nos da márgen para sentir así la fotografía.

    Pero la mayoría de los profesionales no artísticos simplemente no se pueden permitir el lujo de obviar lo digital, no serían competitivos.

    Por otro lado, seas profesional o no, y además de lo que habéis comentado, hay otro campo en el que el uso del digital es incuestionable: la fotografía para documentar.

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  8. Es indudable que en el campo profesional no artistica la fotografia gana hoy en dia, sobre todo documental. En eso tienes la razon.

    saludos

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